martes, 8 de febrero de 2011

La facilidad de el arte de la escritura.

Escribir, finalmente, es parte vital de mi psicología y tanto tiempo sin escribir se convierte en algo angustiante. Esta deducción la saco porque  empecé a escribir, principalmente poesía,  a los 6 años.

Muchas cosas han pasado, todo pasa rápido, todo crece  rápido… En las vacaciones hay mas tiempo para reflexionar, y uno se llena de pensamientos … Tal vez positivamente, pero tengo que desenredar la cantidad de hilos que crecieron, y la única manera de desenredarlos (y la más fácil) es agarrando un hilo y tirar hasta llegar al final.

A veces siento que todas las personas son parecidas, en el fondo nadie es superficial, lo que pasa, es que la gente evita los pensamientos profundos, y los hunde dentro suyo, para tratar de moldear como uno es, pero esto es muy forzado, los cambios deben ser para mejor. Todos somos profundos seres misteriosos, con anhelos, sueños, con amor…

Para escribir, hay que sacar los pensamientos profundos a la luz, abrir los ojos, tomar conciencia del alrededor.  Aunque tome mucho tiempo, solo esperen, es por eso que dicen que la paciencia es una de las mejores virtudes, ya que si uno deja que las cosas fluyan por un tiempo, uno se da cuenta de que en ese tiempo aunque uno no haya reflexionado profundamente, de todos modos uno progreso mentalmente, y eso comprueba que los pensamientos y reflexiones están ahí, solo hay que sacarlos a la luz.

1 comentario:

  1. La verdad, es que muchas veces la forma de vida que desarrollamos y la forma en cómo consciente o inconscientemente nos adaptamos al sistema, nos lleva, efectivamente, a evitar los pensamientos profundos, porque sentimos que así seremos más felices.
    Se necesitan muchos golpes para, finalmente, aceptar que debemos dejar de ahogar nuestro cerebro. Dejarlo expresar lo bueno y lo malo, lo profundo y superficial para crecer.

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