Tienes este nudo infinito que es contenido por el cuerpo, y a veces es confusa la manera en que la mente plasma o refleja este; ya que la infinidad es nuestra esencia y es un concepto que ha sido bloqueado por la gente, cuando este es el sustento de la existencia... Por lo que solo vemos fragmentos de nuestra esencia, y completamos lo que falta con conceptos finitos, lejos del tronco. Es decir, hay que mirar a la vida y a nuestro ser como un todo; hay que aceptar nuestra infinidad, porque si es que no hacemos esto, vamos a ir creando fragmentos que de una confusa manera (lejana a la verdad) calzan con la pequeña vibración que recibimos desde nuestro interior. Nuestra realidad tiene que girar en torno a lo infinito. Pero la verdad es que es difícil cambiar nuestro modo de pensar de un día para otro, por lo que tiene que ser un proceso lento. Nuestra conciencia es la punta del iceberg; y las vibraciones y energías están en constante movimiento, entonces si es que seguimos la lógica de la metáfora, es posible sacar a luz las respuestas que finalmente están en nuestro interior.
Soy alma infinita. Yo vuelo infinitamente, yo abro mi mente a la infinidad, y de esa manera me elevo y entro en paz. Es tan simple como el hecho de que es naturalmente mejor para el ser humano estar en el campo de las infinidades que en una jaula. Y es que lo que yo escribo se resume a eso. Se resume a la confusión, al plasmar, al cuestionamiento, a los conceptos sin fin, al conectarse con la esencia, que es lo más cercano que tenemos a la verdad; al tronco.
Entonces, sabemos que el cielo es como el alma, ya que el cielo permanece y es como una esfera que tiene una figura permanente, pero es infinita, como el horizonte. El alma es el cielo azul que se mantiene y trasciende, y la mente las nubes en constante movimiento.
Finalmente, lo único que puedes hacer es encontrar una manera de tirar de tu nudo infinito para ordenarlo y observarlo con tu lupa. Es entonces cuando tu mente se abrirá al infinito campo, a su rama conectada al tronco. Yo me elevo por sobre los esquemas e ilusiones que hemos creado; yo rompo la jaula en la que he nacido a través de mi mente. Yo creo en mi poder. Yo veo la infinidad... Juntos repitamos esto, y trascendamos por sobre lo finito. Y es que finalmente todo lo que conforma a la existencia es infinito, como yo y tu.